martes, 27 de marzo de 2012
Rabia
Siento que en cualquier momento voy a estallar y a pegar a alguien. Quiero torturarla durante cien horas, hacer que suplique por su vida, reír cuando sus primeras lágrimas caigan. Ese desprecio infinito hacia ella, va creciendo por momentos y solo me consuela el saber que me queda poco para soportarla. Aún así deseo irrumpir en su vida y dejar huella en ella; destrozarle los pómulos contra el bordillo de la acera, dislocarle los dedos uno a uno mientras una fina navaja recorre su vientre clavándose poco a poco.
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