Recojo los trocitos de mi corazón medio roto. Por un día estuve feliz... Duró demasiado mi felicidad
lunes, 23 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
Lluvia
Me sentía furiosa. La sangre hervía dentro de mi cuerpo. Las ganas de romper algo eran cada vez más intensas. Apreté los puños, sintiéndo cómo las uñas rasgaban la palma de mi mano. Contuve un grito enfurecido, dejando que las gotas de lluvia recorrieran mis mejillas. Cerré los ojos y alzé la cabeza al cielo. Las incontables gotas de agua fría terminaban su viaje al chocar contra mi cuerpo y eso me tranquilizaba. Permanecí un par de minutos quieta con los puños ya abiertos. Abrí los ojos y me froté los fríos dedos entre sí para entrar en calor.


viernes, 6 de enero de 2012
De un verso a una canción
Poco a poco vas consiguiéndolo.
Vas consiguiendo ese sueño tan deseado, tan lejano en un comienzo.Alcanzas el desarrollo de todo esto, donde tu don va floreciendo.
Miles de ideas se agolpan en tu mente y escribes sobre el papel todo lo que sientes.
Sólo un chico normal y corriente, con aficiones de un chico adolescente.
Con una voz increíble, que te hace sentir libre.
El final del sueño está lejos, cierra fuerte los ojos y para el tiempo.
Con una voz increíble, que te hace sentir libre.
El final del sueño está lejos, cierra fuerte los ojos y para el tiempo.
http://dualmc.blogspot.com/
martes, 3 de enero de 2012
Sacrificio de un ángel
Había empezado a llover cuando llevaban rato en silencio dentro del coche. La respiración agitada de él y los quejidos de ella rompían, junto con el choque de las gotas de lluvia en el cristal, el silencio. Con torpeza, ella abrió la puerta del coche y caminó hacia el porche de la vieja casa.
-Te quiero -oyó antes de llegar a la puerta. Se detuvo para darse la vuelta-. Prefiero huir y vivir contigo a observarte desde el cielo y no poder tenerte nunca.
Las lágrimas volvieron a adornar sus blancas mejillas. Él, rápidamente, corrió a su lado y le secó la cara con un dedo. Besó con sumo cuidado una pequeña brecha que tenía ella en la ceja.
-No puedes estar conmigo -trartamudeó ella aferrándose a su camisa-. Por mi culpa los ángeles están furiosos contigo... Te matarán si renuncias a tus alas. Debes irte cuanto ant...
Un beso le impidió terminar.
-Siempre serás mía -murmuró él en su pelo-. Siempre.
-Te quiero -oyó antes de llegar a la puerta. Se detuvo para darse la vuelta-. Prefiero huir y vivir contigo a observarte desde el cielo y no poder tenerte nunca.
Las lágrimas volvieron a adornar sus blancas mejillas. Él, rápidamente, corrió a su lado y le secó la cara con un dedo. Besó con sumo cuidado una pequeña brecha que tenía ella en la ceja.
-No puedes estar conmigo -trartamudeó ella aferrándose a su camisa-. Por mi culpa los ángeles están furiosos contigo... Te matarán si renuncias a tus alas. Debes irte cuanto ant...
Un beso le impidió terminar.
-Siempre serás mía -murmuró él en su pelo-. Siempre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)