Sí, es cierto que nos conocemos, pero su mirada pedía algo más que un saludo. A lo mejor ese efecto lo causó el alcohol que fluía por sus venas; pero mi cabeza se niega a creerlo.
Es mi ángel. Con quien soñé sin haberlo visto nunca antes. Quien hace que todo a su alrededor pierda importancia.

No hay comentarios:
Publicar un comentario